lunes, septiembre 24, 2012

Gratitud y mensaje


Valparaíso | Por Mariano Ruiz-Esquide, senador por la Región del Biobío

Por Mariano Ruiz-Esquide, senador por la Región del Biobío
ImagenDurante 60 días sufrí una enfermedad que me alejó de toda posibilidad de trabajo regional o legislativo.  Por ello las primeras palabras que quiero transmitir a mis camaradas y amigos y a muchísima gente, es mi agradecimiento por la preocupación que me han demostrado.

Dentro de un mundo tan frío como es la política se agradece más el aprecio que me manifestaron y la cercanía con que han seguido esta enfermedad.  Gracias a todas y a todos los que me hicieron saber sus deseos de pronta mejoría.  Hoy ya estamos de vuelta, lentamente, pero ya salimos de lo más difícil.

A los senadores, a los funcionarios, a los dirigentes políticos y a tanta gente independiente y de las provincias que represento.

En este retorno lo más sólido y trascedente con que me he encontrado, como noticia nacional, ha sido el llamado que ha hecho Monseñor Ezzati en el Te Deum católico del 18 de septiembre.

Todos y cada uno de los que han participado en estas celebraciones religiosas han hecho suyo este llamado y lo han celebrado.  No podría ser menos al analizar este largo feriado para Chile.

Ha dicho cosas trascedentes como es el diagnóstico de la sociedad chilena. El sentido de unidad, pero también la brutal diferencia que él ve entre los chilenos porque este tema se agudiza a medida que se conocen las verdaderas cifras, ya que las últimas recogidas por las revistas y publicaciones norteamericanas señala que, en Chile la diferencia entre el más rico como persona o clan familiar o societario es de 1 a 28.000 años para equiparar los ingresos con el más pobre.  Eso es increíble porque no cabe en la cabeza una diferencia de esa naturaleza.

Ha dicho también Monseñor que esta diferencia lleva a la intolerancia entre unos y otros, a la indignación por algunos y la pasividad de otros; lleva a un país unido pero dividido y por lo tanto sobre esta base Monseñor Ezzati recoge el desprecio por los poderes públicos y la falta de sintonía con la base social chilena.

Como Senadores no podemos dejar pasar sin recoger esta advertencia y actuar en consecuencia.
Será el Senado como institución, los partidos políticos como tales, las organizaciones de toda naturaleza las que debemos tomar conciencia de lo dicho y actuar efectiva y urgentemente. Con una urgencia  y con una modestia que haga carne la sociedad chilena para creer que efectivamente estamos actuando con sinceridad.

No falta ni sobra en el mensaje de Monseñor Ezzati que hace de su llamado una pieza magistral.

A pesar de eso, creo que sí es necesario agregar una pequeña reflexión: lo primero que debemos hacer para que esta decisión nuestra sea eficaz y eficiente es reconocer que el cambio de conducta debe ser antes que todo personal.

La transformación colectiva y comunitaria deberá comenzar en ese cambio interno de cada uno de nosotros. Si no es así puede que se no se cumpla el mensaje de nuestro Arzobispo.


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