miércoles, agosto 24, 2011

Hoy ha muerto un gran líder de nuestro país


Después de varios años de dolor, psicológico y físico ha muerto Jorge Matute Matute. Para quienes lo conocimos por más de 30 años la noticia la recibimos con resignación por lo anunciada-, pero con la tristeza de perder un amigo y un gran camarada.

Los trabajadores del Petróleo perdieron un compañero y un Dirigente ejemplar.

Los sindicatos chilenos vieron a Jorge luchar sin descanso por sus derechos y hoy entrará en la historia del Movimiento Sindical chileno con Tucapel Jiménez, Clotario Blest, Juan Emilio Recabarren, Manuel Bustos, María Rozas y tantos otros que abrieron la lucha social y murieron por ella.

Los chilenos de Arica a Magallanes y los hombres y mujeres de nuestra Región recibimos su respaldo a la horade la lucha por la libertad.

Sus amigos se identificaron con su dolor y el de su familia cuando murió su hijo, sin saberse aún quién alzó la mano oculta que sesgó su vida. Su partido, la Democracia Cristiana, lo recuerda con aprecio, admiración y fraternidad, y sus camaradas porque lo vieron siempre luchando por un humanismo cristiano, comprometido con el cambio social y económico, y una acción política de avanzada popular en Concertación y las fuerzas sociales que tan bien representaba.

Pero sobretodo lo vimos con su fuerza, jamás quebrada ante las dificultades, como Dirigente Sindical en un mundo donde el trabajo pierde valor frente al dinero. Tampoco lo doblegó el dolor infinito de ver quebrada su familia de forma tan brutal, menos aún perdió su entereza al ser derrotarlo en la arena política: Nuestra sociedad busca escaparse permanentemente del dolor al quitársele el valor de un verdadero camino de salvación o de resiliencia.

Jorge no fue adorador del martilogio, sino un cristiano de verdad que recibió su carga con sentido bíblico.

Por eso lo extrañaremos todos y cada uno de los que fuimos su circunstancia.

Por eso lo llorará su familia. Por eso lo recordarán los que aún esperan y esa esperanza está puesta en quienes vivieron como hablaron y condujeron a sus compañeros en su vida como camino de rectitud.

Adiós viejo amigo y camarada.

Autor: Mariano Ruiz Esquide, senador de la República

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