martes, marzo 22, 2011

A mis camaradas


La Democracia Cristiana despidió hoy día a una de las mujeres más valiosas e importantes de nuestro partido: Anita Fresno.

Me excuso desde ya de dirigirles a Uds. un mensaje de paz y amor inspirado en su vida.

Anita y Bernardo representaron a través de 70 años lo más hermoso que tiene nuestro mensaje Demócrata Cristiano. Fueron además símbolos del cumplimiento de la Doctrina en la diaria vida. Vivieron como hablaban y hablaban como pensaban y fueron por eso un ejemplo para todos nosotros y no sólo representaron este símbolo sino que también dieron testimonios desde jóvenes del compromiso de la Democracia Cristiana con las clases trabajadoras, con la mujer, con los jóvenes, con los camaradas pero también expandieron su influencia sobre toda la política chilena en estos años.

Bernardo Leighton, victima de la fuerza bruta de la dictadura, tuvo en Anita la compañía ideal para llevar adelante el testimonio de su vida. Anita Fresno tuvo en Bernardo el ideal de su propia esperanza.

El testimonio de ambos fue por años una fuerza vital que nos empujo a buscar las estrellas con humildad y bonhomía, para con todos los hombres y mujeres de Chile.

Desaparecidos de este mundo seguirán siendo un ejemplo de conducta personal y de claro compromiso con la doctrina Demócrata Cristiana .

En el momento actual de nuestro partido y hacia el futuro será nuestra camarada siempre un ejemplo a imitar y serán siempre una luz para saber hacer la política. Una política que ella la concebía como un servicio para servir a los demás y como una forma de conducir sin autoritarismo y más aún hacer la política desde la Democracia Cristiana para todos los chilenos.

Esta hora debe ser para nosotros la oportunidad de reflexionar sobre nuestras conductas. Será la hora de mirarnos al espejo y saber si estamos siguiendo el maravilloso ejemplo que Anita Fresno nos dio. Será la hora de bajar las banderas y replegarlas en un minuto de silencio pero sabiendo siempre que lo que nos enseñó es el paradigma de nuestra acción política y partidaria.

El adiós con que hoy despedimos a Anita en el recuerdo de Don Bernardo debemos aprovecharlos para ratificar nuestro compromiso con la solidaridad y con el respeto de la persona humana, con la fraternidad y la justicia social. Hoy debemos hacer mas vigente que nunca su mensaje de rechazo al mundo del dinero, a la concentración de la riqueza y a la vida sin utopías que poco a poco mata los espíritus.

Que su recuerdo nos devuelva la Esperanza.

Que su ejemplo de humildad nos traiga Paz

Que su entereza ante el dolor y la incomprensión reafirme nuestra Fe en los valores cristianos y humanistas.
MARIANO RUIZ-ESQUIDE J.

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