Mientras los senadores de la Concertación e independientes señalaron que la empresa no debe ser privatizada; sus pares de la Alianza explicaron que la empresa está técnicamente quebrada y se requieren urgentes inversiones.
Con visiones contrapuestas sobre el rol de ENAP y las fórmulas de resolver su alto endeudamiento culminó la sesión especial convocada para analizar en detalle la situación por la que atraviesa la Empresa Nacional del Petróleo que inició un plan de desvinculaciones y retiros con el fin de hacer frente al déficit financiero de la empresa.
El ministro de Energía, Ricardo Raineri, expuso sobre la situación de la empresa estatal que enfrenta una fuerte reestructuración de su deuda y un plan de despidos y retiros de unos 530 trabajadores de sus filiales, la mayoría de Magallanes.
Detalló que dichos ajustes fueron necesarios para disminuir los pasivos de la estatal que, de una deuda en 2001 cercana a los US$1.000 millones se empinó a más de US$ 4.000 millones en 2007. "Se ha mantenido en esos niveles y en diciembre pasado, por primera vez, se observa un descenso de la deuda que estará por debajo de los US$ 4.000 millones, con costos financieros significativamente menores", dijo.
El senador Mariano Ruiz- Esquide aclaró que "el Estado tiene la obligación de enfrentar los temas que los privados no abordan" y refutó las críticas a la gestión de la empresa durante los gobiernos de la Concertación. Aclaró que "hay materias que no pueden quedar entregadas al mercado y a la empresa privada internacional porque a veces, terminamos con propiedades en personas, en empresas o en países que no son precisamente convenientes para Chile".
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