domingo, septiembre 26, 2010

Elecciones legislativas en Venezuela



Vengo a Venezuela invitado por el Consejo Nacional Electoral con motivo de la elección legislativa que se realiza hoy. El CNE es una institución elegida por la Asamblea Nacional con independencia del Ejecutivo y el Legislativo para organizar, realizar y controlar los comicios; la tarea de quienes fuimos invitados es conocer un mecanismo eleccionario y detectar eventualmente los reclamos que se le hagan. Estas elecciones funcionan sobre la base de una votación electrónica, en donde cada votante emite tres células: por la lista, por el candidato y elecciones directas de representantes al Parlamento Latinoamericano.

La pregunta es por qué nos importa a los chilenos el resultado limpio de las elecciones.

El Congreso chileno pertenece al Parlamento Latinoamericano y el interés de Chile es buscar la máxima transparencia democrática en cada país. Por eso hay observadores y acompañantes de distintos parlamentos, incluso observadores americanos, europeos, asiáticos y africanos. No es éste, por lo tanto, un viaje de control al gobierno venezolano, sino exclusivamente al proceso eleccionario en su limpidez y en el acatamiento real de sus resultados.

En el marco institucional de Latinoamérica y el mundo, todo lo que suceda en cualquier país de nuestro hemisferio nos importa. La democracia debe ser un ideal buscado universalmente y para ello nos debemos someter todos a cierto grado de intercambio permanente respecto de los hechos que sean relevantes para cada una de las naciones.

En los últimos lustros se ha privilegiado el intercambio comercial. No niego su valor, pero se requiere también el intercambio intelectual, político, cultural y de valores democráticos como una forma de hacer que cada porción de nuestra tierra americana se sienta parte de un conjunto de naciones. Debo ser muy claro, también, en señalar que en los últimos años se ha exigido la cláusula de los derechos humanos de los propios tratados comerciales, restringiendo dichos acuerdos e incluso apelando a normas de medioambiente. Por lo tanto, no queda ninguna duda de que es nuestra obligación participar en cada una de las instancias a las que somos invitados por entes independientes para garantizar la transparencia democrática.

Finalmente, sin por ello participar en un proceso interno que es absolutamente propio de Venezuela, creo que es altamente positivo para su democracia que existan elecciones libres, limpias y democráticas que sean vinculantes parael país. En la actualidad, la Asamblea Nacional de 165 diputados no contiene representación opositora. El perfeccionamiento de la democracia requiere la contraposición de opiniones con las mismas garantías para todos, para que así todos puedan cumplir las respectivas funciones de gobierno y oposición, generando el desarrollo que sólo la plena democracia puede ofrecer a sus ciudadanos.

Con esta mirada estamos cumpliendo nuestra misión como invitados a estas elecciones. Sólo tenemos la obligación de no emitir opinión en Venezuela sobre su proceso electoral, ya que el propio reglamento obliga a que cada grupo haga un informe colectivo que debe ser entregado al Consejo Nacional Electoral.

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