lunes, diciembre 14, 2009

Prolongación del postnatal


Por Mariano Ruiz-Esquide J. (senador), Enrique Accorsi O. y Carolina Goic B. (diputados)
Hace un tiempo, con la casi unanimidad de la Cámara de Diputados y con doce senadores, presentamos al gobierno y a la Presidenta una moción parlamentaria que prorroga el postnatal a seis meses para todas las madres. Ésta fue en especial compartida por la diputada Carolina Goic, presidenta de la Comisión del Trabajo, y por el diputado Enrique Accorsi, ex presidente de la Comisión de Salud.


La Comisión de Salud del Senado, la Sociedad Chilena de Pediatría y grupos espontáneos de madres e incluso organismos del Estado, como el Sernam, han señalado las ventajas comparativas para el desarrollo del niño con todas las implicancias benéficas en años posteriores. El debate se ha centrado en el mayor costo para el Estado, calculado en unos 80 mil millones de pesos al año. Pero, para ser precisos, a esta suma se deben restar aproximadamente 50 mil millones de pesos por el ahorro de licencias por enfermedad grave de un niño menor de un año, las hospitalizaciones, los cuidados médicos ambulatorios, porque la bibliografía médica muestra que los niños en los meses cuarto, quinto y sexto se enferman menos si están en amamantamiento materno. La suma final que implicaría el gasto del Estado no supera los 30 mil millones de pesos.


La pregunta que debemos hacer es: ¿vale la pena este mayor gasto para los 300 mil niños que nacen cada año? La bibliografía y la experiencia nacional demuestran que el amamantamiento por seis meses significa mayor desarrollo psicomotor, mayor capacidad de aprendizaje a partir de los 6 ó 7 años, mayor estabilidad emocional, mayor capacidad de resistencia a enfermedades posteriores, evitar gastos en el aprendizaje, lo que se confirma en la literatura chilena y en los anales del Ministerio de Educación en forma clara y precisa.


El otro punto de debate es planteado por algunas organizaciones empresariales. Arguyen que esto significa un incordio para el funcionamiento de las empresas porque habría 6 meses de licencia para la trabajadora con las dificultades que ello crearía. Pero otros, con mayor visión, reconocen que les es más favorable una operadora que vuelve con certeza y sin nuevas licencias a los seis meses que aquellas que por las razones dichas, entran y salen de licencias cortas por tres meses. Esto, tan lógico, no ha sido recogido por los ministerios y nos hemos quedado en una alternativa del diablo: o la mujer chilena trabaja, según ellos, o tiene hijos bien nacidos, bien cuidados y con condiciones que tienen las mujeres de mayores ingresos.


Además de ser una alterativa del diablo es antiético. ¿Para qué celebrar tanto Día del Niño con parafernalia y comercio si se les niega una legislación que al no aprobarse se transforma en una lesa infancia? ¿Para qué tanto honor, regalos y fanfarria para el día de mayo en favor de las madres si les estamos negando el derecho a trabajar en las condiciones que su naturaleza divina le exige a la sociedad valorar su maternidad?
En el conocimiento pediátrico reciente el derecho del niño a ser bien criado es eso: un derecho no una mera asistencialidad.

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