miércoles, octubre 29, 2008

Nuestra Responsabilidad en la Hora Actual

Nuestra Responsabilidad en la Hora Actual


Las elecciones municipales del domingo revelan en toda su magnitud la severa crisis que afecta a la Democracia Cristiana. Su caída electoral la sitúa alrededor del 13 por ciento de respaldo ciudadano, sin considerar los independientes, se traduce en pérdida severa de alcaldes y concejales.

Los magros resultados alcanzados configuran un nuevo escenario, que nos obliga a revisar las metas y plazos establecidos, y a concordar cursos de acción que permitan enfrentar los desafíos futuros.

Creemos que el primer requisito para emprender este proceso consiste en generar condiciones para un diálogo racional, objetivo y respetuoso de las personas y de sus responsabilidades a todo nivel. Sería tremendamente dañino para nosotros entrar en un balance de culpas y recriminaciones mutuas porque todos somos responsables.

Las causas de la crisis y sus soluciones fueron elocuentemente planteadas en el Quinto Congreso Nacional de la Democracia Cristiana, es ahí donde hallaremos las claves para comprender el mensaje que nos ha entregado el país. Su proyección política ha sido insuficiente y su contenido programático no aprovechado. Creemos que sólo revisando nuestra proyección basada en el Congreso, en respuesta al proceso neoliberal y ampliación hacia el mundo progresista podemos triunfar.

La segunda condición es no cejar en dar conducción y en fijar línea política. Debemos vencer los signos de perplejidad y parálisis y dar respuesta con entereza, unidad y fortaleza de espíritu. Nuestra trayectoria histórica y nuestro compromiso nacional y popular así lo demandan a todos. Lo reiteramos a todos. Porque en esta tarea ningún grupo o persona puede arrogarse ningún tipo de legitimidad moral, intelectual o política que le otorgue supremacía sobre el resto. Al respecto, consideramos indispensable pues contribuye a la distensión – el entendimiento entre los camaradas Soledad Alvear y Eduardo Frei. Pro con igual convicción, afirmamos que el esfuerzo colectivo no podría agotarse en ellos.

En tercer lugar, es necesario deliberar y tomar decisiones colectivas. Si la Junta Nacional permite este diálogo reflexivo, ella deber ser convocada a la brevedad. Pero, si fuera posible generar un debate ordenado, amplio e inclusivo, al que pudieran concurrir todos nuestros activos dirigentes, ese camino debe ser recorrido.

En cuarto lugar, es preciso revisar el acuerdo interno acerca del mecanismo, los plazos y las formalidades para la nominación del candidato presidencial de la Democracia Cristiana y de la Concertación.

Por último, pensamos que el primer paso para garantizar el éxito de esta agenda es la conformación de una mesa de integración amplia que enfrente los tiempos nuevos, fórmula que significó un resultado unitario en tiempos, también difíciles.


Mariano Ruiz-Esquide Jara Andrés Aylwin Azócar

Renán Fuentealba Moena Jorge Donoso Pacheco

Juan Guillermo Espinoza Ignacio Balbontin Arteaga

Rodolfo Fortunatti Molina


Santiago, octubre 28 del 2008.

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