martes, junio 17, 2008

SEMINARIO: CHASCONES SE REÚNEN PARA DEBATIR SOBRE CONCLUSIONES DE “V CONGRESO DC




Senador Ruiz Esquide: “El seminario no es un tema de candidaturas de ninguna naturaleza y así se ha convocado” 14 de Junio de 2008.





Intervención Senador Mariano Ruiz-Esquide, Encuentro Movimiento V Congreso del


Estimadas y Estimados Camaradas:

Los hemos invitado como camaradas en el marco de la fraternidad y la unidad interna. No buscamos la unanimidad sino esa gregariedad sutil entre nosotros que fue nuestro paradigma y que hoy es un desafío y mañana será condición indispensable para nuestra sobrevivencia.

Los invitamos en un acto de consecuencia con las conclusiones del V Congreso que ha de ser nuestro camino en esta hora difícil pero fascinante, violenta pero nimbada con el aporte de temas de nuestra doctrina, confusa donde sus acuerdos son un aporte sustancial en el marco de la continuidad histórica de la Democracia Cristiana. Dicen nuestros acuerdos : “Nosotros, los demócratas cristianos, portadores de una historia que nos enorgullece, a 70 años de la creación de la Falange y 50 de la Democracia Cristiana, venimos en reafirmar nuestros principios renovando nuestras propuestas para responder a los nuevos desafíos y nuestro compromiso con la construcción de una sociedad más libre, más justa, más humana”.

Los hemos convocado en una hora difícil, con dudas sobre el valor de las ideas y una carencia de un debate profundo, para pensar Chile inserto hoy en un mundo con capacidad para rehacer la raza o de auto destruirse en la fatalidad nuclear.

Los hemos invitado con mucha modestia pero simultáneamente con gran entusiasmo y fe en nuestra voluntad de volar a las alturas con nuestro Partido afirmados en el presente, contra el viento si es necesario. Esto no es un mero voluntarismo. Es la convicción de nuestra capacidad ideológica y programática de enfrentar el comienzo del milenio que nos renovó en el Congreso y se reitera en ésta y otras reuniones. Surge también de nuestra estructura nacional y provincial, donde no hay una sola comuna en que no esté presente la Democracia Cristiana. Es la fe en la capacidad de recuperación de nuestros militantes, para el trabajo político gratuito y fecundo. Es la larga experiencia de 50 años donde sufrimos una dictadura que se constituyó – entre otras cosas – para destruirnos, sin lograrlo, y llegar a ser otra vez gobierno. Las dificultades de hoy son más bien internas – como en el escudo partidario – y deberemos vencerlas en una tarea de pensamiento compartido, de conductas éticas intachables y campañas épicas. Todo esto es posible y debemos tomarlo como un compromiso personal y comunitario.

Pensar Chile es pensar también su contexto latinoamericano y la situación mundial, amenazante y de una paz inestable y fugaz. Dadas las condiciones actuales nuestra realidad depende también del mundo globalizado y los problemas económicos externos repercuten con fuerza en nosotros. El aporte de nuestra capacidad e inteligencia de nuestro país es indispensable para evitar los conflictos, preservar el patrimonio genético, luchar por los derechos humanos, terminar con el hambre como plaga bíblica, lograr una mayor equidad entre los continentes y los países. Esa es tarea del país y muy especialmente de la Democracia Cristiana, para quien las relaciones internacionales han sido parte de nuestra historia. Mirar el presente y el futuro en la perspectiva mundial no es abandonar Chile sino colocarlo en el centro de los mejores y entregar muestro aporte humanista cristiano al progreso de la sociedad universal.

Eso nos obliga a mirar a Chile desde una perspectiva de país en el presente y en el mediano y largo plazo. Sólo somos administradores de Chile. Sus dueños son nuestros hijos y nietos y ahí debemos apuntar con esta “Visión de país” que muchos reclaman y no todos asumen. Un país que a todos pertenece pero que es de una responsabilidad más obligatoria para quienes tienen poder, riqueza, capacidad, inteligencia entrenada, utopías, nacidas de la juventud y la educación o tienen la influencia eclesiástica para traer ponderación. Entendemos las necesidades de crecimiento del presente pero nuestro respeto a la naturaleza es irrenunciable como lo es nuesrta vocacón humanista en materias económicas.

Esta mirada en lontananza es una obligación irrenunciable de los demócratas cristianos y también del Partido en su conjunto. Esta obligación debe ser tatuada en nuestra frente y se resume en la frase de Radomiro, que por obvia se olvida, por exigente no se nombra y por generosa se rechaza emocionalmente en el mundo del Tener y no del Ser:
Nací chileno y ese es mi primer deber
Elegí ser Demócrata Cristiano para servir
Postergué mi propio interés en
Honor a lo anterior

Este es el motivo de nuestra invitación. Reunirnos sólo en torno al ideario Demócrata Cristiano. No hay aquí adhesión a personas o grupos o determinadas candidaturas.

Reunirnos en el nombre de la fraternidad sin la cual no hay Democracia Cristiana fuerte y unida.

Reunirnos en los cambios que deben hacerse en nuestras políticas de gobierno sobre las que hablarán Juan Guillermo, Ignacio y Renán Fuentealba Moena.

Reunirnos para escucharlos porque ustedes serán protagonistas de hoy para enriquecer nuestro debate sobre la Doctrina, la Ideología y la Aplicación Política.

Reunirnos para saber como aplicar el V Congreso en la vida diaria. Sus acuerdos modelan nuestro Partido y siento que somos vanguardia em los cambios necesarios, somos realmente el escudo de los pobres; somos constructores de una economía humanista y pro equidad; somos partidarios de un Estado eficaz y responsable de los Derechos Huamnos; somos levadura de la participación, de la libertad personal y el Bien Común del país. Todo esto lo aplicamos cuando – en una duda – resolvemos por el débil frente al soberbio y poderoso y por el menesteroso frente al dinero.

Reunirnos para proponer medidas que mejoren la acción del Partido, tanto al interior de la estructura, los municipios y el parlamento como en el gobierno y sus instituciones relacionadas.

Reunirnos para adquirir un nuevo compromiso de lealtad con nuestros ideales de amistad cívica y con los humildes, desamparados, mujeres y jóvenes y todos aquellos que todo lo esperan, pero también con los soberbios para que vean la luz de la razón y la justicia.

Este es el mensaje que debemos propagar. Nacimos para cambiar el mundo. Cambiarlo en el alma de los chilenos, en su régimen político, su economía y su compromiso de participación donde el hombre y la mujer son el centro de nuestra visión personalista. No hacerlo sería aceptar que ha sido el mundo el que nos ha cambiado.

Pero Chile requiere mayorías para gobernar y eso exige alianzas sólidas, basadas en una visión cercana sobre el Estado, la Sociedad, el Homo Chilensis, la Equidad, la Justicia y la Libertad como ejes irrevocables. Por ello no lo podemos hacer solos y escogimos la Concertación como instrumento eficaz.

Permítanme también una opinión sobre esta situación difícil por la que pasamos como alianza política. Cuatro ejes de afirmación y cambios requerimos en ella para cumplir nuestra tarea :
1. Ratificarla como nuestro referente político a todo evento y con el máximo esfuerzo de nuestros partidos y nuestros representantes.
2. Entender con claridad que todo daño a la Concertación es también un daño a cada partido
3. Comprenderla como tarea de todos y así poder ampliar su adhesión y universo a los sectores humanistas independientes y cercanos a la Izquierda Cristiana, antiguos grupos MAPU, sectores de influencia eclesial de todas las religiones, voluntariados sociales y comunitarios, intelectuales e investigadores, pequeños empresarios y las comunidades de base. Como áreas específicas de nuestra preocupación ha de ser la juventud sin diferencias y el mundo sindical y agrario, que fueron siempre nuestros aliados. La unidad social del pueblo es eso.

El V Congreso definió esta ruta que no debemos tardar en recorrerla con políticas coherentes y pertinentes. El reciente acuerdo del Partido de abrir espacios de omisión con el Partido Comunista es un avance serio, honesto, cara al país en este sentido y que personalmente respaldo.

No puedo dejar de mencionar la escición del Partido. Nuestra actitud la hemos precisado ya en otras ocasiones : serenidad de nuestras conductas, comprensión con quienes han optado por mantenerse en el Partido y a los que sólo les pedimos buena fé. Reconocer nuestros propios errores para no tener más episodios de esta naturaleza. A quienes nos abandonaron le damos nuestra amistad como personas porque el futuro para ellos no será fácil. Pero también les exigiremos siempre templanza en sus dichos frente a nuestras críticas por su afiliación a la derecha, adversaria tradicional de 70 años.

Este encuentro queremos que sea un llamado y un compromiso ético partidario. Que sea – aunque pequeño – un paso de unidad y fraternidad fecunda y no sólo aparente. Que sea una expresión de conducción política a entregar a nuestras tareas y también una exigencia moral a quienes deben implementar las medidas de gobierno.

Queremos que sea una posibilidad de aportes, debate, integración y queremos que lo sientan como las viejas tertulias del ostracismo de la represión o las grandes alegrías. Sentimos que algo nos oprime o nos deprime en este tiempo. Que el debate serio y afectuoso sea un pequeño oasis de pertenencia, de rebeldía y de plena y absoluta confianza y libertad.

Estimados camaradas : Espero que este encuentro sea útil. Para inyectarnos entusiasmo en la acción. Para ahondar nuestros diagnósticos y para generar propuestas.

Espero también que se enmarquen en los grandes temas que se tocarán y en aquellos que les parezcan necesarios. Con mucha libertad. Necesitamos modificar nuestro partido. La hoja de vida y la meritocracia son normas indispensables. La revisión de las instancias de decisión y la mayor participación de los militantes y adherentes con cargos sociales se hace urgente. Tanto como los cambios de los tribunales de disciplina y la creación de un estamento de ética que no es lo mismo.

Necesitamos – a diferencia de la farandulización de la política – darle a ésta la seriedad y solidez académica y un mensaje conductor penetrante y constante para la ciudadanía. Cada militante con capacidad de pedagogía debe serle útil al partido en los lugares carenciados.

Necesitamos revisar, comprender, incorporar otras visiones a nuestra postura internacional, como ya lo señalé. No me hace feliz, para decirlo eufemísticamente, que a veces caminemos con la derecha más dura del mundo. Es, además un mandato del Congreso.

Necesitamos ser francamente más tajantes en nuestro quehacer económico social. La reforma tributaria no admite espera, la reforma bancaria y financiera debe ser nuestro testimonio. La reforma educacional pro Educación Pública, y la reforma de la salud en materia de isapres y rol del Estado y muchas otras expresiones concretas del Congreso, serán mencionadas en el debate. Hoy sí, no puedo dejar de mencionar la corrección de la diferencia de ingresos como el punto más duro del capitalismo chileno y la mayor espina irritativa para los asalariados. No habrá paz ni justicia mientras no superemos esta brecha que no sólo es económica sino social, cultural, emocional. Es la antítesis de nuestra concepción comunitaria de la vida. Esta es nuestra obligación moral

Nos hemos reunido en el templo de la soberanía popular y como demócratas cristianos llegamos aquí con las responsabilidades que nos han dado esta soberanía. En esta casa del Pueblo es donde está el Alma Mater de la Democracia Cristiana: la libertad y el respeto a la persona humana.

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