miércoles, junio 20, 2007



REPÚBLICA DE CHILE, SENADO

Legislatura 355ª

Sesión 26ª, ordinaria (martes 19 de junio de 2007)



APORTE EXTRAORDINARIO PARA PLAN TRANSANTIAGO


El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el señor secretario.

5090-15


--Los antecedentes sobre el proyecto (5090-15) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:

Proyecto de ley:

En segundo trámite, sesión 24ª, en 12 de junio de 2007.

Informe de Comisión:

Hacienda y Transportes, unidas, sesión 26ª, en 19 de junio de 2007.




El señor RUIZ-ESQUIDE.- Si está tranquila, me alegro mucho.

El Senador Larraín que me mira y me dice que no haga este tipo de observaciones, lo hago igual, porque sabe que lo aprecio mucho. Pero la verdad primero antes de las demás cosas.

Entonces, señor Presidente, la pregunta es porqué voto que sí. Porque creo que esas personas necesitan que el tema se resuelva. Yo soy uno de los tantos santiaguinos, siendo yo de Regiones, siendo de regiones desde muy joven andaba colgado en las micros porque nunca tuve dinero para poder andar en auto, y porque estoy convencido después de analizar el tema llegué a la conclusión de que no tenemos otra fórmula para poder resolver el tema que estamos asumiendo con el Gobierno.

Y antes de que se me agoten dos o tres minutos, les quiero decir, Presidente y a todos mis colegas, un resumen de lo que está en mi corazón en este momento.

Con la democracia no se puede jugar. La democracia es muy frágil. La democracia es una suerte de entelequia extremadamente delicada. Pensar que se puede jugar con ella, simplemente para ganar posiciones, estamos equivocados. Y los que están en este Senado lo sabemos, que por errores en un momento determinado, se nos vino abajo. Y costó mucho para que algunos se convencieran de que era bueno que volviéramos a la democracia de nuevo. Y que han hecho uso razonable, razonado y digno de lo que es el sistema democrático.

Segundo. El Gobierno es el que manda. Y, por lo tanto, lo que tiene que hacer es mandar dentro de las normas democráticas, dando satisfacción a lo menos a tres principios, que son esenciales en un Gobierno: su compromiso con la verdad -este Gobierno lo ha hecho-; su compromiso con el respeto a los demás -este Gobierno lo ha hecho-; el compromiso con la eficiencia, y en esta materia, a diferencia de otros temas que sí ha cumplido, aquí no ha cumplido. Y lo digo con mucha franqueza.

Pero yo les pido también a la Oposición que no se sientan agraviados cuando se les pide que cambien su opinión. Decirles que nos parece patriótico que voten, reconociendo todos los errores que hemos cometido. Y, por Dios, que hemos tenido una sesión donde es duro escuchar lo que señalan. Sin embargo, por la patria -y no es un absurdo ni es una manera excesiva de decir las cosas-, un ex Presidente nuestro dijo en su momento "no se humilla quien pide y ruega por la patria".

Y ustedes han rogado muchas veces y han actuado pidiendo que actuásemos de una manera adecuada porque así era la necesidad del país. No me parece que pueda sentirse nadie ofendido si en un momento determinado les decimos: mire, hagan fe; no hagan fe; voten o no voten. Pero entiendan que está en la responsabilidad de sus manos salir adelante en este tiempo yt en estas cosas.

Por eso, Presidente, podríamos hablar de muchas otras cosas. Aquí se ha dicho también que en definitiva uno no vota en conciencia sino por presión de los partidos. Yo distingo muy claramente lo que es el voto de conciencia y lo que es el voto de partido, y ustedes también lo saben, porque han tenido que votar de una manera determinada en un momento determinado también por orden de partido.

La democracia es el libre juego entre lo que es la libertad de conciencia y la exigencia de votar en partidos, para que la democracia no se transforme en una montonera.

También -y es lo último que digo- yo creo que aquí hay un problema moral. Es muy grave lo que nos está pasando en la democracia. Y yo también pediría que todos hiciéramos un enorme esfuerzo. Estamos actuando sin darnos cuenta de que de repente el interés superior termina siendo lo último que se trata y pasa a ser lo primero la excelencia de nuestros propios intereses.

Si vamos a ir a otra fórmula, Dios quiera que nos vaya bien. Pero también con el mismo respeto yo les pido a la Oposición, no sólo les pido, sino que le exijo, en nombre del trato que yo uso con ustedes, es que no se vengan aquí permanentemente a usar expresiones, como que estamos robando, como que estamos actuando de una manera poco menos que carente de moral.

No ese el mecanismo de discutir. Si podemos discutir claramente y ponernos de acuerdo, estupendo. Si no lo podemos hacer, por lo menos, hagámoslo con dignidad. Pero de ninguna manera caigamos en lo que con franqueza yo pensé que no íbamos a caer hoy, es en el descalificarnos personalmente.

Lo digo también, porque así empezamos en cierto tiempo. Así empezamos en un momento en que empezaron las palabras, terminamos a los golpes y después llegamos a las armas. No es ese el mecanismo por el cual debemos actuar.

Presidente, agradezco a la Sala que me permita haber dicho estas cosas. Si alguien se siente molesto porque le hice una referencia a quienes están en las tribunas, le pido excusas. Pero la verdad es que la verdad es esa no más.

Y en tercer lugar, yo aprovecharía para pedirle a quienes están escuchándonos que comprendan que con gritos no se ganan las batallas, tampoco se ganan con pifias. Y alguien podrá decir: mire, no vale la pena que se refiera a eso. Pero yo creo que al final de cuentas, si no nos hablamos las cosas con verdad, termina triunfando lo que es aquella manera de hacer las cosas de tal forma que los gritos terminan triunfando o la manera de actuar más negativa es la que gana las elecciones o lo que gana lo que son los debates.

Señores Senadores.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiempo Senador.

El señor RUIZ-ESQUIDE.- Yo en esas condiciones anuncio que sin presión, reconociendo todos los errores, asumiendo las rectificaciones que hay que hacer, asumiendo que con la misma limpieza de siempre voy a votar en virtud del principio y no sólo de las ideas que pueda darme el Gobierno, voy a votar porque me interesa que cuatro millones de chilenos que no viven en mi zona puedan tener un sistema decente y respetable.

Gracias, Presidente.


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