Por Mariano Ruiz-Esquide, senador por la Región del Bío Bío
Se habla mucho acerca de la necesidad de tener una visión global de la educación. Comparto absolutamente esa crítica y en la Comisión de Educación, que presido, estamos disponibles para hacer un análisis más profundo.
Esta subvención preferencial es parte de este proceso global que viene a resolver un problema muy agudo como es la educación de los niños vulnerables.
Se ha planteado que el proyecto no es equitativo, pero sí lo es en lo que respecta a los menores en esas condiciones. Obviamente si quisiéramos que fuera verdaderamente equitativo deberíamos darle la subvención al sector público y no al privado que hace de eso un negocio.
Le solicité a la Ministra de Educación que nos envié el número de instituciones particulares que verdaderamente están dedicadas a un bien público y cuáles no. Es imperioso que lo sepamos para que se puedan distribuir equitativamente los recursos.
Eso sí, toda subvención debe ser fiscalizada. No veo por qué no lo va a ser. La educación es un tema nacional en el que tienen responsabilidad todos, salvo el niño en su primera instancia, pero el administrador de ese bien común es el Estado elegido legítimamente en elecciones libres.
Creo que la educación no sólo es dinero; tampoco es sólo gestión. Es la suma de todo esto. Pero necesitamos darle más recursos a aquellos que hoy están teniendo una situación compleja.
Por eso es necesario que el Ministerio de Hacienda comprenda que necesitamos más recursos.
Por otra parte, ¿por qué no hacemos algo objetivamente equitativo? ¿Por qué no hacemos lo que tiene que hacer un país que quiere hacer bien las cosas bien?. Para eso necesitamos hacer un esfuerzo grande de parte de toda la ciudadanía.
Tenemos que velar por la eficiencia en el ejercicio de la educación, porque no podemos estar dispuestos a permitir que las escuelas, públicas y privadas, no hagan las cosas bien.
Si queremos poner más fondos para la educación, estoy dispuesto a que reclamemos del Ejecutivo un porcentaje de lo que está hoy día en el exterior para la educación. Pero, por qué no hacemos también que ese grupo de chilenos a quienes la vida les ha sido grata, puedan tener la posibilidad de que el Estado intervenga pidiendo una cierta posibilidad de impuesto específico para la educación.
Cuando tenemos los ingresos que conocemos, cuando vemos lo que publican los diarios que no son mentirosos en materia de economía, en la perspectiva de lo que se habla de la riqueza chilena. ¿Por qué no ponemos ahí un impuesto que en definitiva los que mucho tienen y lo hacemos funcionar en base a la superintendencia o un elemento público, privado?
Ésa sería la forma real de enfrentar el tema si queremos hacer las cosas con equidad y con participación de todos.
Esta subvención preferencial es parte de este proceso global que viene a resolver un problema muy agudo como es la educación de los niños vulnerables.
Se ha planteado que el proyecto no es equitativo, pero sí lo es en lo que respecta a los menores en esas condiciones. Obviamente si quisiéramos que fuera verdaderamente equitativo deberíamos darle la subvención al sector público y no al privado que hace de eso un negocio.
Le solicité a la Ministra de Educación que nos envié el número de instituciones particulares que verdaderamente están dedicadas a un bien público y cuáles no. Es imperioso que lo sepamos para que se puedan distribuir equitativamente los recursos.
Eso sí, toda subvención debe ser fiscalizada. No veo por qué no lo va a ser. La educación es un tema nacional en el que tienen responsabilidad todos, salvo el niño en su primera instancia, pero el administrador de ese bien común es el Estado elegido legítimamente en elecciones libres.
Creo que la educación no sólo es dinero; tampoco es sólo gestión. Es la suma de todo esto. Pero necesitamos darle más recursos a aquellos que hoy están teniendo una situación compleja.
Por eso es necesario que el Ministerio de Hacienda comprenda que necesitamos más recursos.
Por otra parte, ¿por qué no hacemos algo objetivamente equitativo? ¿Por qué no hacemos lo que tiene que hacer un país que quiere hacer bien las cosas bien?. Para eso necesitamos hacer un esfuerzo grande de parte de toda la ciudadanía.
Tenemos que velar por la eficiencia en el ejercicio de la educación, porque no podemos estar dispuestos a permitir que las escuelas, públicas y privadas, no hagan las cosas bien.
Si queremos poner más fondos para la educación, estoy dispuesto a que reclamemos del Ejecutivo un porcentaje de lo que está hoy día en el exterior para la educación. Pero, por qué no hacemos también que ese grupo de chilenos a quienes la vida les ha sido grata, puedan tener la posibilidad de que el Estado intervenga pidiendo una cierta posibilidad de impuesto específico para la educación.
Cuando tenemos los ingresos que conocemos, cuando vemos lo que publican los diarios que no son mentirosos en materia de economía, en la perspectiva de lo que se habla de la riqueza chilena. ¿Por qué no ponemos ahí un impuesto que en definitiva los que mucho tienen y lo hacemos funcionar en base a la superintendencia o un elemento público, privado?
Ésa sería la forma real de enfrentar el tema si queremos hacer las cosas con equidad y con participación de todos.
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