1.- La Democracia Cristiana reconoce en las múltiples manifestaciones ciudadanas una sentida y legítima indignación frente a la desigualdad de nuestra sociedad, especialmente en la educación, el abuso de unos pocos
(como el escandaloso caso de La Polar), el predominio del lucro por sobre otros bienes públicos, y la lejanía de quienes tienen autoridad. Esto supone pero no se agota en una demanda por mejorar la calidad de la política. Es un claro mensaje para todos los actores, en especial para un gobierno que está en una grave crisis; que ha prometido mucho y cumplido muy poco.
2.- La crisis de la política es una crisis de representación y de
participación social y ciudadana, de conducción de gobierno, de gestión pública. La oposición en su conjunto, debe acoger las demandas ciudadanas, mejorando sus propuestas y su vinculación social, para interpretar una nueva mayoría social y política.
3.- El diálogo político al que se ha convocado, tiene que darse en vinculación con las demandas ciudadanas y sólo puede darse en la medida que
se centre en el objetivo de obtener para Chile más democracia y más justicia, y no para compartir las responsabilidades de gobierno. No es nuestra tarea resolverle los problemas al gobierno de Piñera. Nuestra tarea es resolverles los problemas a los chilenos y a las chilenas. Debe respetarse la interacción entre gobierno y oposición que se da en el parlamento, en el que se expresan las coincidencias y divergencias propias de la democracia.
4.- El Consejo Nacional del Partido Demócrata Cristiano está decidido a combatir la concentración económica y la escandalosa desigualdad en nuestro país, y a perfeccionar el sistema democrático mediante las necesarias reformas políticas que posibiliten una mayor participación ciudadana:
terminar con el binominal, reforma municipal, elección de consejeros regionales, ley de primarias, financiamiento de los partidos, límites a las reelecciones, control y transparencia ciudadana, así como la participación igualitaria y representativa de las mujeres en la vida pública nacional,
regional y comunal.
5.- La Democracia Cristiana es un partido de oposición, con perfil propio y parte integrante de un conglomerado de centroizquierda. En este espacio nos proponemos encabezar a la oposición en vista de presentar un frente común opositor en las elecciones municipales que permita derrotar a la derecha y a su gobierno.
6.- De acuerdo a lo aprobado en la última Junta Nacional: “La alianza estratégica de la Democracia Cristiana es la Concertación” y que, al mismo tiempo, nos proponemos “a partir de un necesario proceso de autocrítica”,“avanzar hacia la constitución de una nueva mayoría social y política”.
7.- La Democracia Cristiana se propone profundizar su plataforma programática, y definir su estrategia municipal, para lo cual dará inicio a un debate de fondo con hitos importantes: Encuentro municipal programático, juntas regionales ampliadas, consejo nacional ampliado y junta nacional del partido en el último trimestre de este año.
miércoles, junio 15, 2011
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