El editorial de ayer de La Tercera estaba dedicado al análisis de la propuesta del Ejecutivo para modificar el posnatal y flexibilizar el prenatal. Creo que hay una confusión en la discusión de nuestro proyecto: él es una seguridad para garantizar el buen desarrollo de los niños en la época más sensible en cuanto a sus factores biológicos, sicológicos, intelectuales y su apego social a través de la cercanía con su madre, su padre y la lactancia materna, que ya está comprobado hasta la saciedad en distintas publicaciones médicas y especialmente pediátricas.
No parece lógico, entonces, que se le quiera exigir a este proyecto la solución del déficit laboral femenino. Ello debe ser resuelto por la sociedad en su conjunto, a través de otras leyes que eviten que, en una visión laboralista, principalmente termine con niños dañados y las madres puestas en una alternativa del diablo que rechazamos: o se es mamá o es una mujer que trabaja. Eso es impropio de una sociedad con el desarrollo como la de Chile.
Esperamos que, finalmente, se apruebe algo que está absolutamente comprobado y que significa para la sociedad chilena niños más sanos, más desarrollados, más conciencia y más sanos intelectualmente.
Mariano Ruiz-Esquide Jara
Senador DC
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