Valparaíso Por Mariano Ruiz-Esquide, Senador por la Región del Bío Bío
La educación pública garantiza la cobertura de todos los niños
El debate nacional de los últimos dos años ha sido la Reforma Educacional. Dentro de sus definiciones ha sido especialmente dura el rol del Estado y el rol de la educación privada, tanto aquella que recibe financiamiento estatal como aquella que es sostenida sólo por los colegiados.
¿Qué entendemos por Educación Pública? Aquella que es entregada por instituciones del Estado, administrados por ellas y financiada integralmente por éste.
La concibo como el eje básico de la educación nacional porque permite en élla un sentido de país, incluyente, democrática, libre y que asegura la cobertura de todos los niños y niñas de Chile, sin restricciones económicas, sociales o raciales, intercultural y participativa.
Hemos asumido por lo tanto la existencia también, de pleno hecho y derecho, la presencia en Chile de un área privada y la llamada educación subvencionada, respaldada con fondos públicos y administrada por sus dueños y municipalidades.
Cuando sostenemos ambos asertos estamos reconociendo la historia educacional de Chile desde 1818 hasta nuestros días, tratando de devolver a lo público el papel privilegiado que tuvo hasta 1973, sin limitar ni arrasar con las otras áreas.
La Educación Pública es la única que garantiza :
- Cobertura nacional en cada lugar de Chile, sin mirar si permite o no el lucro mínimo para instalarse
- Atención en igualdad de condiciones a cada niño o niña cual fuere su raza, situación económica o nivel de capacidad
- Integración social como elemento esencial de paz y equidad nacional
- Transformación de la realidad del país desde su efecto movilizador de las personas, instituciones e instancias sociales
- Sentido de unidad nacional y de comunitariedad desde la infancia.
Finalmente debemos abordar la brecha tremenda de los exámenes de conocimientos, entre públicos y privados, que se analizan con la simplicidad muy frecuente en estos casos, no pocas veces con afanes interesados. Lo que debemos abordar son las causas que producen esa brecha. Honestamente no lo hacemos.
Condiciones de desarrollo físico y mental diferentes hasta lo escandaloso fruto de ingresos tan diferentes como 1/2000 en los padres.
Financiamiento de más menos $40.000 para la educación pública a $300-400.000 en la privada.
Distinto trato legal y económico a los profesores y personal, que toca la esencia de la educación.
Diferencias abismales en las posibilidades educativas de la familia.
Desculturización de la sociedad que no parece, a veces, entender cual es el verdadero sentido y los afanes reales de sectores que piensan que la educación es un bien transable y por ende de dominio y no de equidad.
Esta es nuestra tarea en los proyectos pendientes.
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