martes, septiembre 16, 2008

Senador Mariano Ruiz Esquide fue nombrado hijo ilustre de Antuco


Diario La Tribuna de Los Angeles


CONCEJO MUNICIPAL DETERMINÓ SU NOMINACIÓN EN AGOSTO PASADO


Senador Mariano Ruiz Esquide fue nombrado hijo ilustre de Antuco

El municipio antucano entregó la distinción al parlamentario “en mérito a su reconocida trayectoria política, al decidido apoyo al desarrollo del pueblo y a sus estrechos vínculos con la comunidad, lazos que ha mantenido desde su infancia”.


La familia materna del senador Mariano Ruiz Esquide ha habitado Antuco hace 150 años.
De hecho, el parlamentario de la Democracia Cristiana pisó por primera vez el suelo de la comuna del agua y sol cuando tenía sólo seis meses de edad, generando desde entonces un vínculo cercano con esta tierra que se mantiene hasta hoy.
Por eso, Ruiz Esquide no pudo más que sentirse agradecido cuando el Concejo Municipal encabezado por el alcalde de su partido, Claudio Solar, decidió en agosto pasado nombrarlo Hijo Ilustre de la comuna, decisión que se concretó ayer en un significativo acto.
De acuerdo al decreto alcaldicio, pesaron a favor del legislador “su reconocida trayectoria política, su decidido apoyo al desarrollo de la comuna y sus estrechos vínculos con la comunidad”, a la hora de decidir su nominación.
De esta manera, en el acto de fiestas patrias de Antuco se le entregó al homenajeado el galvano y el pergamino que acreditan su nueva condición.
“Recibo esta honrosa expresión de aprecio de nuestra municipalidad, y de la ciudad en su conjunto, como una cariñosa y fraternal demostración de una amistad cívica que se arrastra de mi más tierna infancia hasta estos días, de plena madurez”, dijo Mariano Ruiz Esquide, al inicio de su discurso de agradecimiento.
En sus palabras, recordó parte importante de su biografía más íntima, agradeciendo a sus amigos y compañeros de infancia y juventud, y relatando algunos de los episodios que más lo han ligado con Antuco.
“Como quisiera que estuviesen aquí mis ancestros, todos y cada uno de ellos, como mares y lagos de ternura infinita que me dieron cariño para enfrentar la dureza de mis profesiones, porque por años ha sido mi tarea intentar salvar sus vidas -lo que es imposible, porque la muerte nos derrotará siempre-; o hacer lo imposible por mejorar nuestra comuna, lo que tampoco es fácil en un mundo de crecientes dificultades para el mundo rural”.
El senador por Bío Bío reconoció además el apoyo recibido desde esta comuna, que le ha permitido resultar electo los tres últimos comicios parlamentarios.
“Aquí están también tantos hombres y mujeres que en el fragor de la política y en la búsqueda de la democracia hemos hecho la amistad cívica que nos permite ser distintos, pero luchar por los mismos ideales; ser diferentes, pero entender que el progreso de Antuco nos une a todos”.
Junto con señalar que esta nominación la guardará “como lo más preciado de mi vida política”, Mariano Ruiz Esquide dedicó sus palabras a su familia, “cuyos huesos permanecen en Antuco, y también a los que hoy me sustentan en el cansancio”. Subrayó que- así como siete generaciones de su familia han permanecido en esa comuna, lo seguirán haciendo sus nietos y bisnietos.





Texto agradecimientos a la Comuna de Antuco por declararle Hijo Ilustre. (12.09.08)

Señor Alcalde de la Comuna, don Claudio Solar
Señor……..

Recibo esta honrosa expresión de aprecio de nuestra Municipalidad y de la ciudad en su conjunto como una cariñosa y fraternal demostración de una amistad cívica que se arrastra de mi más tierna infancia hasta estos días de plena madurez.

En una fecha como hoy, apenas con 6 meses de vida, conocí estas tierras y este sol, su gente de antaño, antepasados de los que hoy me están homenajeando, y el agua y el sol de Antuco, cuyo significado viene de su historia, su lengua y su origen. Desde entonces NUNCA dejé de estar junto a mis amigos adolescentes y de juventud, junto a los que fueron transformándose en mi comunidad y en mi entorno, en mis electores y representados, en mi prójimo en términos cristianos y en algunos casos en mis amores de verano o de mayor profundidad que me fueron haciendo grande, adulto o viejo, moldeando nuestro carácter y nuestro destino.

Mujeres que me cuidaron con amor desde pequeño, amigos que ya se están yendo con los que corrimos estos cerros, soñábamos el futuro y nos reíamos en verano, invierno y primavera para que luego cada uno siguiera su suerte. Suertes diversas donde nunca hubo envidias o rencillas. Unos murieron pronto y nos hicieron ver el dolor desde muy niños y que por ello permanecen en mi memoria como figuras y nombres que no se olvidan. Otros fueron mi historia personal hasta hace muy poco, humildes pero iguales, iguales entre nosotros pero distintos de otros porque fueron los primeros con que sentimos el valor de la amistad sin reservas, el peso de las culpas juveniles tan inocentes que quisiésemos repetirlas a caballo desbocado, calle arriba, calle abajo sin otro afán que correr los días y tragarnos el sol que era nuestro para que nos alumbrara y nos calentara en los inviernos, porque así mantendríamos nuestra esperanza. Como quisiera que hoy estuvieren a mi lado.
Como quisiera que estuviesen aquí mis ancestros, todos y cada uno de ellos, como mares y lagos de ternura infinita que me dieron cariño para enfrentar la dureza de mis profesiones porque por años ha sido mi tarea intentar salvar sus vidas lo que es imposible porque la Muerte nos derrotará siempre o hacer lo imposible por mejorar nuestra comuna, lo que tampoco es fácil en un mundo de crecientes dificultades para el mundo rural.

Recibir una condecoración, es siempre un orgullo que nos hace levantar nuestros espíritus para enfrentar la vida. Recibirla de quienes representan mi segunda tierra de nacimiento es además embargarse de una infinita emoción. De alguna forma es revivir día a día todos estos años. Revivir cada etapa de mi desarrollo. Aquí ha estado mi familia materna por más de 150 años. Aquí se conocieron mis padres y fundaron mi hogar. Aquí han muerto mis hermanos, uno de los cuales nunca conocí, enterrado hoy en el viejo cementerio. Aquí han estado 7 generaciones y nada impide pensar que seguirán los nietos, bisnietos y tataranietos y así se lo pido a Dios. Aquí están los huesos de hombres y mujeres que me transmitieron su amor a Antuco. Aquí vi. pasar santos sacerdotes y viejos oficiales y tropas que aún recuerdan su paso por Antuco. Aquí también – como tantos – vivimos nuestros amores y desamores. Viva está quien me ilusionó antes de saber pensar. Aquí crecieron nuestros hijos a quienes no ha habido necesidad de impulsar este amor al terruño porque viven en él y de él se nutren en medio de sus tribulaciones. Ellos aman cada piedra de esta tierra, cada metro de sus cerros y se funden en el verano en el sol y en el invierno se estimulan con la fuerza de nuestra nieve y nuestras lluvias.

Hoy la voluntad popular me ha otorgado un cargo de relevancia en nuestro país. Ha querido también el destino que represente a Antuco e intente hacerlo de la mejor manera posible. El generoso apoyo que me han otorgado en 3 elecciones es mi deuda y mi gratitud y el acicate para seguir trabajando y a ello me comprometo en el futuro. Aquí están también tantos hombres y mujeres que en el fragor de la política y en la búsqueda de la democracia hemos hecho la amistad cívica que nos permite ser distintos pero luchar por los mismos ideales, ser incluso muy diferentes pero entender que el progreso de Antuco nos une a todos. Pensar en una comunidad polifacética y de multiorigen, ser capaces de convivir, de discutir y seguir siendo amigos.

Esto es lo que ha sido, es y esperamos siga siendo Antuco, una ciudad cuyo valor mas profundo son estas virtudes, donde su mayor riqueza son la hermosura de sus tierras, donde su desarrollo es creciente y donde las acciones realizadas en los últimos 20 años por su Concejo Municipal, sus alcaldes y sus Juntas de Vecinos, sus organizaciones educacionales y de bien público, sus policías, sus entidades religiosas y sus jóvenes que quisiéramos que permanecieran en Antuco han ido transformándolo en un lugar de residencia cada vez más amigable, de mayores servicios, de mayor protección social y de mayor esperanza. Nuestro desarrollo consiste en ser capaces de conciliar la belleza natural con las obras del hombre y conciliar el trabajo con la hermosura del tiempo libre y el libre desarrollo personal con el Bien Común de la comunidad.

Por último en la vida de los pueblos no todo es alegría y satisfacción. Nuestra comuna ha sido testigo de uno de los más trágicos episodios que ha sufrido el Ejército chileno en tiempo de paz. Hace dos años la nieve blanca de nuestra cordillera se hizo aún más pálida con la muerte de nuestros soldados y también arrancó la vida de muchos de los nuestros. En una ocasión como ésta no puedo dejar de recordarlos porque nuestra presencia en ese instante nos dejó grabada una imagen desgarradora que sólo espero se haga otra vez un recuerdo esperanza cuando construyamos el memorial de Antuco

Estimadas autoridades. Queridos Amigos y Amigas:

Mil gracias por este acto. Lo guardaré en mi alma como un fuego que estimula. Lo guardaré como lo más preciado de mi vida política. Lo dedico a cada uno de los concejales y al Alcalde que resolvieron homenajearme. Lo dedico a cada uno de ustedes aquí presentes porque nadie es un lobo solitario sino fruto de muchas influencias y de cada uno de ustedes o de sus familias he recibido una influencia en mi desarrollo.

Lo dedico a mi familia cuyos huesos permanecen en Antuco y a mi familia de hoy que me sustentan en el cansancio.

El agua y el sol son nuestra estirpe.

El aprecio y la amistad de una vida es nuestro valor profundo.

Hoy como tantos ños celebramos nuestras Fiestas Patrias en la permanente esperanza de su unidad, paz, igualdad y equidad para resolver los problemas más profundos que nos afligen.

El sol de hoy es el mismo de noviembre de 1810 cuando las Fuerzas Armadas chilenas establecidas en Antuco, como Fuerzas de Dragones y los principales vecinos del pueblo se constituyeron para apoyar el acta libertadora de O”Higgins. Ese apoyo fue firmado por hombres que tienen los mismos apellidos que hoy aparecen en nuestro Registro Civil.

En esa continuidad histórica, en un presente que expresa nuestro progreso y el futuro que se asienta en un municipio progresista y eficiente – después de una peregrinación como parte de las comuna de Quilleco o Tucapel – es que les vuelvo a agradecer este homenaje.

HE DICHO

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