lunes, junio 04, 2007

“Espero que no haya un choque entre Frei y Alvear”


Entrevista de Diario La Nación, domingo 03 de mayo de 2007.



Cuando el consejo nacional de la DC de mañana espera definir si habrá candidato propio antes o después de las municipales, el parlamentario advierte que “eso podría ser muy complicado”. De paso hace una fuerte crítica a los rumbos que ha tomado la Concertación y sus figuras.
Mariano Ruiz-Esquide es uno de los 13 DC que firmó la carta que repudió el golpe de Estado de 1973, oponiéndose incluso a la declaración de la directiva partidaria de entonces. También es uno de los fundadores de la Concertación y, desde 1990, ha sido senador por la Región del Biobío. Ruiz-Esquide habla poco y no abusa de las entrevistas, pero esta vez está atorado porque, según dice, este no es el proyecto de país con el que soñó: “Absolutamente no”. Tampoco le gusta por donde va su partido.
¿Habrá un choque de trenes entre Frei y Alvear?
–No, no creo que lo haya. Espero que ninguno de los dos tenga intenciones de hacerlo. Sería una locura que en la DC, a estas alturas, tuviéramos choques entre nosotros. En mi perspectiva, nuestra prioridad como partido, como Concertación y como mundo social, es enterrar las hachas y entender que no se puede estar pensando en campañas electorales a tres años plazo. Es el tiempo de que la Concertación piense más y hable menos. De que ratifique sus tesis, las discuta y nos preparemos para buscar un mecanismo que nos permita llevar el mejor o la mejor candidata.
¿Cree que la propuesta de Frei sobre el Transantiago es una operación con miras al 2009, como han sostenido algunos?
–Cuando Eduardo Frei plantea sus tesis, y lo mismo vale para Soledad, tengo la obligación ética de creer que lo hacen con la mejor intención y el mejor deseo de colaborar. Pero una cosa es lo que quieran hacer y otra es lo que la gente ve. Y hoy la gente ve que la Concertación se desangra y se atropella en candidaturas presidenciales. Y eso, si no lo terminamos, no sólo en la DC, sino también los socialistas, el PPD y el PRSD, puede hacer un daño enorme. Hay que dejar que Piñera corra solo, para que llegue segundo.
–Mañana, la DC tiene consejo nacional y se espera definir allí si habrá candidato/a presidencial antes o después de las municipales. ¿Eso también es adelantarse?
–Yo creo que sí. Todo lo que sea transformar este tiempo en discusión abierta o cerrada, sibilina o explícita, por encima o por debajo de la mesa, para resolver las elecciones presidenciales, me parece un error. Nunca se había visto, en toda la historia de Chile, una competencia anticipada tan brutal por la Presidencia. Eso le ha hecho a la Presidenta y a la Concertación un daño feroz.
–Entre los alvearistas persiste el trauma de la vez pasada, cuando el partido demoró tanto la decisión que Alvear no tuvo oportunidad de competir.
–Con todo el cariño y respeto que les tengo, a mí lo que me interesa es el partido. Los problemas que tengan cada uno de los eventuales candidatos son secundarios.
¿No es importante para el partido tener candidato propio el 2009?
–En el momento oportuno lo será, y espero que sea un democratacristiano. Pero no ahora. Somos muchos DC los que estamos más interesados en elaborar ideas, documentos y propuestas, y no preocupados por las candidaturas. Eso nos va a permitir hacer fuerte al partido y llegar en mejor condición a las presidenciales.
¿Y la DC está en buenas condiciones de enfrentar las municipales de 2008 sin una figura presidencial que los identifique?
–Yo creo que sí. Alguien puede decir que si llevamos un candidato presidencial nos sirve de referencia y nos podría ir mejor. Pero también puede ser al contrario: cuando hay candidatos presidenciales, no uno, sino dos o tres, puede ser muy complicado.
¿Cuál es el momento oportuno para definir candidaturas?
–Una vez que terminen las elecciones municipales, y que el partido haya hecho un gran esfuerzo en levantar ideas y se haya transformado en un partido con más ética y menos poder. Ruego a Dios que no se dé aquella frase que dice “queríamos cambiar el mundo y el mundo terminó cambiándonos a nosotros”. Me molesta que demasiados DC estén comprometidos con el orden establecido, que sean parte de grandes empresas, que demasiada gente sale del poder público, se mete en una relación con lo más granado del capitalismo y después vuelve al aparato público. Eso no me gusta. No me gusta que un DC termine siendo jefe de las isapres, no me gusta que personas que estaban en determinados lugares públicos terminen dirigiendo empresas privadas, como vemos a cada rato. No me gusta que en los directorios de las empresas haya tanto democratacristiano confundido con tantos de derecha, y con tantos socialistas y también pepedés.

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