martes, marzo 27, 2012

Gobierno apoya proyecto que penaliza incitación al odio y reimpulsa ley antidiscriminación

A raíz del caso Zamudio, Ejecutivo dará urgencia a moción de Lily Pérez que sanciona expresiones hostiles en razón de raza o sexo.

La agresión sufrida por Daniel Zamudio, quien permanece al borde de la muerte, fue uno de los temas debatidos ayer en el comité político de La Moneda.

El estado del joven, quien fue atacado por una pandilla a causa de su homosexualidad, había impactado a las autoridades. Incluso, el Vicepresidente Rodrigo Hinzpeter asumió personalmente el seguimiento del caso.

Pero en el Ejecutivo pretenden a ir más allá y dar dos señales legislativas para prevenir y sancionar este tipo de hechos.

En Palacio comentaron que darán urgencia a una moción parlamentaria, presentada en 2010 por la senadora RN Lily Pérez.

La iniciativa también fue firmada por Carlos Cantero (independiente), Guido Girardi (PPD), Mariano Ruiz-Esquide (DC) y Andrés Chadwick (UDI), quien adhirió antes de asumir como ministro. El proyecto propone penalizar con presidio a quienes expresen opiniones, amenazas o inciten al odio "contra personas o colectividades en razón de su raza, sexo, religión o nacionalidad".

"Estos hechos no se pueden sancionar con una multa", dijo Lily Pérez.

Este proyecto no será el único camino legislativo que adoptará el gobierno. Ayer, en la cita de comité político, los ministros insistieron ante los legisladores sobre el reimpulso de la Ley Antidiscriminación, que crea un nuevo recurso judicial para multar y revertir actos arbitrarios, que no necesariamente son hechos de violencia, como el sufrido por Zamudio.

Si bien todos los partidos apoyaron el proyecto, en la Alianza y en sectores de la DC había diferencias en la "redacción fina" del texto.

Uno de los nudos era la duda en torno a si esta ley podría abrir la llave al matrimonio homosexual o consagrar la adopción de menores por parejas gay. Para zanjar ese punto se acordó precisar que esta norma no puede contradecir a otro cuerpo legal; es decir, no altera -entre otras cosas- el Código Civil, que establece el matrimonio entre un hombre y una mujer.

Con esa precisión, el Senado aprobó el proyecto antidiscriminación en noviembre pasado, pero la tramitación volvió a quedar congelada en la Cámara.

Ante la demora, ayer el gobierno pidió un acuerdo para reponer la discusión del texto.

El presidente de la Comisión de Constitución de la Cámara, Cristián Monckeberg, se comprometió a colocar en discusión la iniciativa. No obstante, desde las directivas oficialistas les hicieron ver a los ministros que probablemente no habría acuerdo en la redacción definitiva, por lo que era mejor dejar en libertad de acción a los parlamentarios.

El timonel de la UDI, Juan Antonio Coloma, agregó que particularmente la ley antidiscriminación no hubiera impedido hechos como el sufrido por Zamudio.

En tanto, en la Concertación también anunciaron que intentarán introducir algunos cambios para endurecer las medidas antidiscriminación.

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